La importancia de publicar contenido de calidad en mi sitio web

¿Alguna vez te has preguntado cuál es la importancia de publicar contenido de calidad en tu sitio web?

“El contenido es el rey” de Internet, dijo Bill Gates hace ya algunos años, pero nadie ha logrado refutarlo hasta hoy, cuando el contenido de calidad resulta más determinante que nunca.

¿Por qué? Ponete cómodo y prestá atención que a continuación lo vamos a ver en detalle.

 

La importancia del contenido de calidad en una web

El contenido que producís es la herramienta más poderosa para lograr un sitio web saludable, para construir relaciones con tus actuales y potenciales clientes y para lograr un buen posicionamiento en los motores de búsqueda, como en Google.

Producir y publicar contenido de calidad es muy importante en diversos aspectos, pero especialmente en estos últimos dos, en tanto resultan determinantes para que un negocio en Internet funcione.

Si bien la apariencia en general y la experiencia de usuario en un sitio web son factores clave, también lo es el contenido que allí está publicado, el cual, a su vez, debe producirse en forma estratégica, siguiendo las prácticas SEO recomendadas por Google y a partir de los resultados de la investigación de palabras clave que hayas desarrollado para tu nicho (o el rubro de tu negocio).

Más allá del contenido estático de toda web, el contenido editorial, gráfico y audiovisual, es decir el contenido que implica alguna forma de texto, es el que conforma y nutre el campo semántico de tus palabras clave, la llave con la que los rastreadores de Google interpretan tu contenido durante sus rastreos y la misma con la que las personas llegan a tu marca luego de realizar sus búsquedas.

En efecto, desde el punto de vista del SEO (y en el contexto de nuestros días en relación con el desarrollo del marketing digital), el contenido es sencillamente necesario para lograr un buen posicionamiento, ya que contar únicamente con el contenido estático, en la inmensa mayoría de los casos, será insuficiente para lograr una densidad de palabras clave adecuada y poder competir con otros sitios por un lugar en las páginas de resultados de búsqueda de Google, es decir, en las SERP.

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Las palabras clave

Y el ki de la cuestión está, como hemos dicho, en las palabras clave, la piedra fundamental de la optimización para motores de búsqueda (SEO) y el esqueleto que sostiene cualquier tipo de proyecto al que puedes acceder desde Google.

Las palabras clave son aquellas que utilizan las personas en los buscadores para encontrar contenido en Internet, así como el código que utilizan los rastreadores de Google para intentar interpretar, de la forma más humana posible, cuál es el sentido del texto, qué ofrece una web y qué aspectos se cubren sobre un tema en específico.

Cuando los usuarios tienen una consulta concreta para la que necesitan respuestas, se dirigen a un motor de búsqueda, como Google, donde ingresan su inquietud codificada en palabras clave, como, por ejemplo, “que es hosting y dominio”.

En una fracción de segundo, los rastreadores de Google (millones de robots virtuales que recorren la web buscando contenidos e interpretándolos con su inteligencia artificial) revisan su índice, tal como si revisaran el índice de un libro, para encontrar contenidos que incluyan información relevante relacionada con el conjunto de palabras buscado.

De acuerdo a la interpretación de los rastreadores, la experiencia previa de otros usuarios con ese contenido y muchos otros factores desconocidos, que hacen al algoritmo de Google, se ofrecen los resultados.

Por eso es tan importante hacer un análisis de palabras clave, entender qué busca la gente y cómo lo hace, es decir, con qué palabras en específico, y determinar cuáles se van usar en los contenidos.

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Dónde ubicar las palabras clave

Cuanto mejor se relacione el contenido con la entrada de búsqueda, más posiblidades vas a tener de que los rastreadores de Google interpreten que tu contenido resultará valioso para esa búsqueda.

Esto se conoce como intención de usuario. Mientras más logre tu contenido satisfacer la intención del usuario que realiza una búsqueda, más efectivo será. Por eso es tan importante ponerse en el lugar del usuario, analizar en profundidad la SERP y la competencia y, por supuesto, utilizar palabras clave.

 

Por ende, no existe fórmula mágica alguna ni mucho menos: todo dependerá de las palabras clave que se hayan elegido, la intención de usuario que se busca satisfacer y la competencia.

En este sentido, mientras más fuerte sea la competencia sobre un tema (o sea, sobre una palabra clave), mayor será la dificultad, ya que el contenido necesitará desarrollarse en profundidad para diferenciarse de aquellos que producen los competidores.

De todos modos, existen ciertos lugares estratégicos en los que sí o sí vas a tener que incluir tus palabras clave. A continuación te contamos los más importantes:

 

1. Títulos de página

La optimización de los títulos de las páginas es parte fundamental del SEO técnico y es un buen punto de partida cuando se utilizan palabras clave.

Un título de página describe el tema principal de tu página o contenido y aparece como la primera línea de una entrada de resultados de búsqueda para que tanto Google como los usuarios sepan exactamente de qué se trata tu página.

De este modo, el título de tu contenido debe incluir tu palabra clave más importante y mientras más a la izquierda, mejor.

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2. Meta descripciones

La siguiente área importante para el uso de palabras clave para SEO es la meta descripción, que brinda a los rastreadores de Google información relevante y que representa el texto que resumen tu contenido en la SERP, donde vas a pelear por el mejor lugar contra la competencia.

3. Subtítulos

A nivel de usuarios, los subtítulos ayudan a que tu contenido sea escaneable, dando a los lectores un lugar para hacer una pausa y para formularse los conceptos necesarios durante la lectura.

En relación con los rastreadores, las palabras clave incluidas en los subtítulos, siguiendo un orden lógico y jerárquico en cuanto a etiquetas HTML, son las que brindan la información necesaria para su interpretación por parte de la inteligencia artificial de Google, detallando los niveles de especificidad abordados sobre un tema e indicádole a los rastreadores en qué se diferencia este contenido de los que ya están en su índice.

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4. Cuerpo de texto

Lógicamente, uno de los lugares más importantes para optimizar el uso de palabras clave en SEO es el cuerpo de texto de tus contenidos.

Sin embargo, es esencial hacerlo bien y no sobrepasarse, ya que el uso deficiente de palabras clave, así como su uso excesivo, sobreoptimizan el contenido y probablemente dañen tu salud SEO, lo cual resultará en posiciones más bajas (exactamente lo opuesto a lo que estás buscando con tu contenido SEO).

Es crucial evitar el relleno de palabras clave, así como la repetición excesiva. Si tienes palabras clave en cada una de tus oraciones, es probable que tu contenido incurra en sanciones de Google.

Usar tu palabra clave principal en las primeras dos oraciones o dentro del primer párrafo del contenido es un paso clave. Además, es importante utilizar tu palabra clave y sus valiosísimas variaciones en todo el contenido, ya que es de esta manera que se logra formar un campo semántico.

Es un trabajo duro que lleva tiempo y práctica, pero alcanzar la necesaria armonía entre incluir lo que los rastreadores necesitan encontrar en tu contenido y lo que la gente necesita leer, es la verdadera clave.

 

5. Imágenes

Las imágenes son texto y, como tales, deben optimizarse e incluir palabras clave. Probablemente no sean los primeros elementos en los que pensamos, pero no podés permitirte ignorarlas.

Es que las imágenes también se indexan, creando así otra forma en que las personas encuentran tu contenido y una nueva oportunidad para incrementar la densidad de las palabras clave.

Además, las imágenes pueden ayudarte a mejorar la accesibilidad del contenido, lo cual es útil para aquellos usuarios que experimentan capacidades visuales diferentes y requieren ayuda de un software para leer contenidos. Para esto, lo importante es describir la imagen correctamente e incluir palabras clave como metadatos.

En este sentido, lo recomendable es usarlas en los títulos de las imágenes, que son pequeños fragmentos de texto que aparecen cuando pasas el mouse sobre una imagen, y, por supuesto, en sus metadatos.

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Qué tipo de contenido debo crear

Para saberlo, tenés que determinar cuál es tu público objetivo y luego desarrollar contenido que atraiga a esos lectores en específico, ya que no todos los tipos de contenido son adecuados para todos los sitios.

Existen diferentes tipos de contenido para los distintos tipos de sitios web y audiencias, entre los que destacan:

Contenido de apoyo: Ayuda a los usuarios a comprender cualquier tema desde cero.

Contenido de marketing: Este contenido busca generar una venta de tu producto en línea.

Contenido basado en la industria: Se centra en un nicho específico, como podría ser, por ejemplo,  las telecomunicaciones, las mascotas o los niños.

Artículos de investigación: Contienen conocimientos avanzados para los buscadores que buscan información más detallada sobre un tema que ya comprenden.

Contenido compatible con SEO: Ayuda a optimizar tu sitio con ciertas palabras clave o frases.

Entender qué público quieres atraer a tu sitio y para qué es lo que te revelará qué tipo de contenido necesitas crear para tu web.

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Aspectos clave de un contenido de calidad

Además, existen ciertos componentes importantes que debes de tener en cuenta a la hora de crear tu contenido, para que el mismo sea de calidad tanto para Google como para tus lectores.

Esto, de hecho, está intrínsecamente relacionado, ya que si el contenido tiene buena repercusión en la gente, será recompensado por Google con un buen posicionamiento.

La calidad del contenido se ve determinada por la autenticidad y originalidad de la información que presentas, así como de lograr una buena experiencia de usuario, satisfacer su intención de búsqueda y ofrecer algo que la competencia no ofrece.

La presentación de tu contenido debe ayudar a que los usuarios encuentren lo que buscan de manera fácil. Por lo tanto, es importante establecer una buena arquitectura de  la información, utilizar subtítulos y párrafos cortos, que sean fáciles de leer para los usuarios.

La calidad de la escritura es una cualidad clave a la hora de crear tu contenido. Los errores básicos de gramática y puntuación, así como un vago conocimiento del tema y de su léxico también tienen peso para los motores de búsqueda, en tanto definen la experiencia de usuario.

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Cuánto deben pesar las imágenes de mi web y qué dimensiones necesitan

Idealmente, las imágenes no deben pesar más de 200KB. Es recomendable que las comprimas antes de cargarlas.

En cuanto a dimensión, el ideal ronda entre los 1024px x 768px y los 720px x 480px.

Reducir el tamaño de los archivos manteniendo una calidad aceptable es el objetivo principal de optimizar las imágenes para el rendimiento del sitio web.

Es que los archivos más pequeños conducen a cargas de página más rápidas y mejoran la experiencia del usuario y, por ende, la SEO.

Mantener las imágenes entre estos parámetros asegurará que se carguen correctamente en las computadoras y pantallas móviles.

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Por qué es tan importante tener un servidor rápido con LiteSpeed

Y hablando de velocidad de carga, es importante recordar que resulta esencial para la salud y el rendimiento general de tu sitio web.

Por eso, en Hosting Montevideo tenemos para vos los mejores servidores con LiteSpeed, que van a hacer que tu sitio web cuente con una alta velocidad de carga incrementando así el rendimiento y la escalabilidad de tu sitio web para generar una experiencia positiva para tus usuarios.

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Conclusión

En conclusión, la importancia de publicar contenido de calidad en un sitio web, así como la de asegurar una carga veloz y una experiencia de usuario óptima, es sencillamente crucial.

Un dato no menor es que cualquier estrategia de contenidos en un sitio web lleva tiempo, esfuerzo y paciencia: los resultados no comenzarán a apreciarse al menos hasta el mes ocho desde que se comienza a publicar y es importante mantener un flujo de publicación.